La glucosa, azúcar implicado en la hipoglucemia, es la principal fuente de energía del organismo, especialmente el cerebro. Se encuentra en innumerables alimentos y conforma la sacarosa (azúcar de mesa) y el almidón (en harinas, papas). Durante la digestión de diferentes alimentos, la glucosa es liberada al torrente sanguíneo para que hormonas como la insulina regulen su concentración.
Cuando el organismo no puede regular estas concentraciones de glucosa se producen las híperglucemias o hipoglucemias. En la hipoglucemia los síntomas incluyen mareos, sudoración, confusión y el desmayo si la persona no consigue elevar su nivel de azúcar en sangre.
Posibles causas de una hipoglucemia
Las hipoglucemias se evitan comiendo con regularidad, principalmente hidratos de carbono complejos (cereales integrales, legumbres, pastas, pan); pero, en el caso que un episodio se produzca, los frutos secos (almendras, pasas de uva, higos secos, ciruelas secas, nueces) son muy recomendados debido a la cantidad de glucosa que contienen concentrada, lo que permite elevar los niveles de glucosa en sangre de forma rápida y efectiva.
En aquellas personas con tendencia a sufrir hipoglucemias se les recomienda siempre tener a mano pequeñas cantidades de frutas secas, no saltear comidas, beber abundante agua y realizar ejercicio suave a diario.