La cola de caballo también llamada equiseto es muy común en Europa. El nombre popular de cola de caballo se debe a que sus ramas adquieren un aspecto filiforme. Es una planta muy conocida tanto por sus propiedades como por su antigüedad que se remonta a los albores de la humanidad.
El uso de la cola de caballo en la medicina natural como un remineralizante ya data del mismo siglo XVI.
Pero con todo esto, no fue hasta hace más bien poco que sus
propiedades minerales fueron descubiertas y la cola de caballo cobró importancia en este sentido. Hay que destacar
entre todos los minerales que la forman el sílice.
La cola de caballo estimula la síntesis de colágeno que contienen los tejidos óseos y conjuntivos.
Esto favorece que se reconstruyan los cartílagos en las enfermedades articulares. Es por esto que se aconseja en personas con problemas articulares como la artrosis reumatoidea, ya que estos pacientes ven muy mejorada su movilidad a raíz de consumir la cola de caballo. Además el sílice facilita la consolidación cuando hay roturas óseas.
Gracias a la variedad de minerales que la componen, la cola de caballo mejora la flexibilidad de los tendones y ayuda a
proteger los mismos durantes los esfuerzos deportivos mantenidos.
Con la edad,
una carencia de silicio (que
proviene de la sílice) es frecuente, de ahí el interés en la consumición de cola de caballo no solo para la diuresis sino para su remineralización constante.