La uva es el fruto de la vid, y aunque es originaria de Oriente medio, en la actualidad pueden encontrarse plantaciones en todos los continentes. Existen numerosas variedades de uvas, aunque de manera general se distinguen dos grandes grupos: uvas blancas, y uvas negras.
La uva, sea del tipo que sea, es un alimento muy energético porque los azúcares que contienen están en forma de glucosa, por ello son aprovechados inmediatamente por el organismo. Además aportan potasio, de acción diurética e hipotensora, así como vitaminas del grupo B.
Las propiedades nutricionales de las uvas las hacen un alimento excelente para deportistas y para los niños en edad de crecimiento. No se deben olvidar las uvas pasas como fuente de energía de rápida asimilación.
La uva es un alimento depurativo, de cuyo consumo se benefician enfermos de reuma, de gota, personas con exceso de colesterol e incluso aquellas aquejadas de estreñimiento.
El consumo de uvas mejora la circulación en general y sus antioxidantes ayudan a retrasar enfermedades degenerativas mientras cuidan el corazón.
Las propiedades medicinales de
las uvas son las mismas en casi todo, si bien las uvas negras presentan una mayor concentración de taninos y de un
antioxidante llamado resveratrol. El resveratrol es un flavonoide que ha
demostrado su eficacia en la prevención
del cáncer de mama, de próstata y de colon, así como un efecto preventivo del infarto de miocardio.
Los beneficios del resveratrol pueden
aprovecharse consumiendo uvas negras, el zumo de las mismas o, mejor aún, con
el consumo moderado de vino tinto.
Contraindicaciones para el consumo de la uva: Las personas diabéticas deben moderar el consumo de uvas.