La vitamina B1 o tiamina está implicada en numerosos procesos metabólicos, es decir, sin ella sería imposible transformar los alimentos ingeridos primero en energía y después en nuestra propia materia constituyente.
Además la tiamina facilita la asimilación de glucosa por parte del cerebro. La glucosa es, por así decirlo, el alimento del cerebro, y consume grandes cantidades. Cuando existe carencia de vitamina B1 aparecen problemas de memoria, depresión, ansiedad, insomnio o, incluso, algunos pequeños nervios pueden dejar de transmitir correctamente los impulsos nerviosos y pasará a entumecerse, de manera reversible.
La escasez de vitamina B1 es normal en personas malnutridas y en alcohólicos, ambos grupos muy proclives al desarrollo de enfermedades como el beriberi común y el llamado beriberi cerebral. También se relacionan los niveles bajos de vitamina B1 con anemia y escasez de hemoglobina (la molécula encargada de transportar el oxígeno a las células), y en consecuencia con fatiga física. Las anomalías en las pulsaciones son otro de los síntomas de la falta de vitamina B1.
Parece existir una relación entre las dietas pobres en tiamina y la predisposición a problemas visuales como el glaucoma, así como con la diabetes.
Extracto de levadura
Mantequilla de sésamo
Semillas de Sésamo
Semillas de Girasol
Carne magra de cerdo
Pistachos
Nueces de Macadamia
Pescado como las sardinas, la lubina y el lenguado
Otros alimentos que aportan vitamina B1 de origen vegetal son las habas secas, las judías blancas, las avellanas, el pan integral, las ciruelas secas, los higos secos, las patatas fritas, el ajo, la coliflor, los espárragos, las alcachofas, los champiñones, las setas, las patatas, las naranja y las pasas.
De origen animal mencionaremos el hígado, los sesos, el jamón serrano, los huevos, los mariscos como la langosta y el bogavante y las ostras.
Al ser
hidrosoluble, la vitamina B1 se
elimina por la orina y requiere un
aporte continuado con la alimentación o incluso con suplementos en algunos
casos, como los de las lesiones nerviosas periféricas o el beriberi,
situaciones en las que se recetan dosis masivas.
Resulta casi imposible llegar a intoxicarse con suplementos de vitamina B1.