La principal función de las amígdalas es la de luchar contra los virus y bacterias, sin embargo pueden sufrir una inflamación aguda para la cual los tratamientos caseros representan una gran ayuda y aceleran su recuperación.
Remedios
y tratamientos naturales para curar la Amígdalas
Se conoce como amigdalitis a la inflamación
aguda de las amígdalas, que son una masa ovalada de tejido ubicadas a cada
lado de la garganta, esta condición puede revestir carácter de cronicidad
cuando se producen infecciones de forma repetitiva, optándose generalmente por
su extracción quirúrgica en casos graves.
La principal función de las amígdalas es la de luchar contra los virus y bacterias representando una primera línea
de defensa en nuestro sistema.
Remedios
caseros para tratar naturalmente la amigdalitis
- Limón: uno de los remedios caseros
más eficaces para el tratamiento natural
de la amigdalitis aguda, es el limón, fruta muy utilizada en medicina natural por su gran número de
virtudes medicinales.
Este remedio natural para la
amigdalitis consiste en tomar medio limón exprimido en un vaso de agua tibia, con
una cucharada de miel y un cuarto de
cucharadita de sal común, para realizar gárgaras cuatro o cinco veces al día.
- Leche: La leche es un remedio
casero muy valioso para tratar
naturalmente la amigdalitis, debiendo consumir un vaso de leche mezclada
con una pizca de cúrcuma en polvo
antes de ir a dormir, por el termino de 3 o 4 noches seguidas.
- Jugos
vegetales: Los jugos vegetales han demostrado ser
un excelente remedio natural para curar la amigdalitis, por su gran poder antiinflamatorio natural, en
particular los de zanahoria, remolacha y
pepino, que pueden consumirse de forma individual o en combinación, para lo
cual la relación más efectiva son dos partes de zanahoria por un parte de los
otros vegetales.
- Semillas
de alholva: Las gárgaras de semillas de alholva o frenogreco son
un remedio casero muy eficaz en casos
amigdalitis aguda, debiendo colocar
dos cucharadas de semillas de la alholva en un litro de agua, hervir por media
hora a fuego lento durante media hora, dejar enfriar y el té que se obtiene se
endulza con miel, para realizar las gárgaras varias veces al día.