Al margen de los efectos antiestéticos, las personas aquejadas de várices experimentan molestias tales que, si se deja pasar el tiempo, en ocasiones deben recurrir a la cirugía.
Tratamientos caseros
para las Varices con infusiones
Las Varices
consisten en una inflamación de algunas venas, fruto en ocasiones de la edad,
de permanecer mucho tiempo de pie, de los embarazos…
En casos graves se debe recurrir a la cirugía, pero antes de
llegar a esos extremos, se pueden emplear infusiones
medicinales para ayudar a controlar el problema. Si las varices se presentan en las piernas, ayudará también reposar
con los pies en alto al final de la jornada, para evitar el encharcamiento de
sangre que provocan los problemas varicosos.
- Infusión medicinal para el tratamiento de las várices con
melisa
Se mezclan a partes iguales raíz de lampazo, milenrama,
ortiga y hojas de melisa, troceadas finamente. Con una cucharada de esta mezcla
(unos 5 gramos) se prepara una taza de un preparado medicinal, llevando la
mezcla a ebullición durante cinco minutos. El líquido obtenido se filtra y se
toma, edulcorado si se desea.
Esta infusión, o mejor dicho decocción, puede tomarse hasta
dos veces al día.
- Infusión medicinal con cola de caballo
Al ser una planta medicinal
depurativa, y a la vez hipotensora, la cola de caballo puede
aliviar las molestias que sufren las personas con varices tras estar varias
horas sin poder recostarse.
Para preparar esta infusión
medicinal se mezclan a partes iguales hojas de nogal, pensamiento, cola de
caballo, melisa y manzanilla. Con dos cucharaditas de café de esta mezcla de
plantas medicinales y medio litro de agua se prepara una infusión, que una vez
filtrada se tomará a lo largo del día, repartida en dos tomas.
- Infusión de plantas
medicinales para el tratamiento de úlceras varicosas
Tan sencillo como mezclar corteza de encina y bardana a partes
iguales, y tomar de la mezcla una cucharada sopera rasa, para preparar con una
taza de agua una infusión medicinal. Una vez filtrada y templada, se procederá
a su ingesta, edulcorada si se desea. La dosis habitual es de dos tazas al día.