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Versión para imprimir del artículo Yema de Huevo y Colesterol - La verdad. No incluye formatos especiales ni imágenes.
En la edad media, los monjes consumían seis huevos diarios y sin embargo estudios de hace unos pocos años han demostrado que no padecían hipercolesterolemia.
El motivo era que el resto de su alimentación estaba compuesta por productos de la huerta.
Este dato ya parece indicar que la yema de huevo no es tan terrible como se pensaba. No obstante, será el estudio de sus componentes el que proporcione la explicación definitiva.
Lo primero de todo es señalar que el colesterol forma parte de la membrana celular y sin él no es posible la vida. Aunque el organismo es capaz de producirlo por sí mismo.
La yema de un huevo de gallina aporta grandes cantidades de colesterol, es cierto, pero también contiene ácidos grasos mono y poliinsaturados en una proporción igualmente elevada, junto con lecitina, que ayuda a emulsionar las grasas.
Los ácidos grasos no saturados y la lecitina del huevo hacen elevar los niveles de colesterol bueno HDL en sangre, el llamado colesterol bueno, y rebajar de manera notable la presencia del colesterol LDL.
Así, a la hora de la verdad, un huevo aporta colesterol, es cierto, pero no repercute en gran medida en la hipercolesterolemia, por lo que no debe ser eliminado de las dietas de las personas que deban controlar el exceso de colesterol en sangre, ni mucho menos de las personas sanas o de los niños en edad de crecimiento.
