Al ser el limón ligeramente astringente, retira las impurezas de los poros por lo que ayuda a dejar la piel limpia, tersa y con un brillo natural.
Especialmente recomendado en pieles grasas, dado que la grasitud e impurezas penetran los poros, y el limón, al ser exfoliante y astringente, elimina estas partículas y las células muertas, secando los granitos o espinillas y cerrando los poros.
Además de eliminar el sebo de la piel, el limón tiene otros efectos benéficos para la piel al actuar como blanqueador, eliminar manchas de la piel y cicatrizar heridas en pieles irritadas por la aparición de granitos y espinillas.
No debe utilizarse con mucha regularidad ni puro porque su contenido de ácidos orgánicos es muy potente. Puede realizarse una limpieza de la piel con limón una vez a la semana, siempre diluido en agua o con otro ingrediente como avena (mejora la exfoliación), miel (nutre la piel), banana pisada (elimina manchas y purifica), que darán otras características benéficas a la loción.
Para poder optimizar los efectos benéficos del limón en las pieles grasas, realiza una limpieza con agua y jabón por la noche, y luego mezcla jugo de limón, miel y avena. Unta la pasta por la piel suavemente para no irritarla, déjala actuar 15 minutos y retira la pasta con agua tibia. Tu piel resultará limpia, suave, humectada y sin rastros de grasitud.