La acidez estomacal es un síntoma que puede derivar en distintas patologías, así como tener su origen en alguna, sin embargo existe un factor común en esta condición y es la alimentación, ya que ciertos alimentos la estimulan o empeoran, como es el caso de aquellos muy ácidos, categoría donde el tomate ocupa un lugar preponderante.
Por lo tanto los alimentos ácidos como el tomate pueden aumentar la probabilidad de sufrir ardor de estómago o regurgitación acida en el peor de los casos y en particular los productos elaborados a base de tomate, ya que tienen un nivel de acidez muy elevado.
Los tomates contienen ácidos cítrico y málico, responsables de brindarle su sabor y acidez característica, la cual se potencia con los procesos de elaboración tendientes a su conservación, como es el caso de las distintas salsas que se elaboran a partir de esta fruta tan especial e importante en la dieta humana.
El estómago contiene ácido clorhídrico que le permite descomponer los alimentos para obtener en el proceso digestivo los nutrientes y desechos como función final de la digestión.
Para este proceso el estómago tiene un revestimiento protector que evita la filtración del ácido fuera de sus paredes, pero hay un lugar por donde si puede salir y es hacia arriba, por el esófago, llegando en el peor de los casos a la garganta y es cuando nos encontramos ante la llamada regurgitación acida.
Los alimentos elaborados a base de tomate pueden agravar el ardor de estómago, ya que aumentan la producción de ácido y cuando esto sucede en el estómago se declara la acidez estomacal, también conocida como gastritis, la cual al mantenerse en el tiempo puede derivar en una ulcera o lesión estomacal grave.
Para tener en cuenta: el reflujo ácido persistente puede debilitar el esófago, así como el anillo muscular llamado esfínter esofágico inferior que está diseñado para actuar como una válvula entre el estómago y el esófago, según el Centro de Información sobre Enfermedades Digestivas.