Mas allá de ser rico en vitaminas y minerales, la característica mas importante del salvado de trigo es su alto contenido de fibra insoluble. Al no poder ser digerida por nuestro organismo, permanece íntegro durante la digestión, y en su trayecto absorbe agua y aumenta el volumen de la materia fecal.
Estas propiedades del salvado de trigo mejoran notablemente los síntomas asociados a la constipación y previenen sus consecuencias (divertículos o hemorroides) produciendo una regulación natural del tránsito intestinal lento.
La bondad del salvado de trigo se funda en el especial cuidado que brinda al colon, conducto donde se forma y almacena la materia fecal hasta ser eliminada. Cuando el transito se torna lento o pierde su ritmo habitual, comienzan a darse procesos bacterianos y fermentativos que conllevan a la aparición de síntomas asociados como flatulencia, hinchazón, pesadez, indigestión y falta de apetito. Al mejorar la regulación del transito, estos síntomas se revierten sin afectar la flora intestinal.
El salvado puede adquirirse con facilidad en farmacias o tiendas dietéticas. Su consumo debe ser diario mezclado con otros alimentos tales como leche, yogurt, sopas, puede utilizarse para fabricar panes o budines, etc. La cantidad recomendada es de 20-25gr, lo que equivale a 2 cucharadas soperas.
Si sientes síntomas de tránsito intestinal lento, lo ideal no es utilizar productos que provoquen un impacto brusco como los laxantes, sino incorporar salvado de trigo y otros alimentos con fibra a la dieta y el cambio se dará solo de forma natural.