Entre los almidones contenidos en las papas, se encuentra un tipo específico conocido como almidón resistente, en el cual se encuentra una enzima capaz de ayudar a reducir los tumores en las células del colon, según investigadores del Instituto Nacional del Cáncer, por lo tanto el consumo de fécula de patata puede ayudar a prevenir éste tipo de cáncer digestivo.
Los fabricantes de fécula separan el almidón sólido y lo secan, el producto final es una fuente de glucosa y dextrina que la industria de procesamiento de alimentos utiliza como espesante, aglutinante, texturizador, anti-apelmazante o agente gelificante. Muchos alimentos procesados contienen el ingrediente, incluyendo las botanas, productos de panadería, pastas, salsas, sopas, salsas y el queso rallado.
Debemos saber que solo un 10 por ciento del almidón que consumimos en ciertos alimentos pasa a través del intestino delgado, mientras que el resto del almidón se digiere en glucosa. Este almidón sobrante, se denomina almidón resistente, ya que entra en el intestino grueso y se transforma en un sustrato para la fermentación bacteriana.
El almidón resistente ayuda a mantener una digestión saludable y puede ser útil según los científicos para la prevención de cáncer de colon, ya que según el Instituto Nacional del Cáncer, las bacterias del colon fermentan los almidones resistentes y producen ácidos grasos de cadena corta, entre ellos el butirato, este último posee propiedades anti-inflamatorias e inmuno -reguladoras naturales.
Pero el butirato también tiene efectos anti-tumorales, ya que parece inhibir el desarrollo de las células tumorales y provoca la diferenciación de éstas células (células de cáncer colorrectal), llevándolas a la muerte celular o apoptosis.
La investigación sugiere entonces que el almidón resistente contenido en la patata puede ayudar a protegerse del cáncer de colon y una revisión publicada en el "Diario de Gastroenterología y Hepatología", corroboró que las cantidades adecuadas de butirato tienen actividad anti-tumoral.