El alga kombu es una de las más consumidas en Asia y el ingrediente más importante, junto con el alga wakame, en la famosa sopa de miso japonesa. Entre las propiedades nutricionales del alga kombu cabe destacar su elevadísimo contenido en yodo, superior al de otras especies de algas comestibles. Por ello resulta un alimento excelente para prevenir o incluso aliviar el hipotiroidismo, a la vez que se desaconseja su consumo en personas con hipertiroidismo.
Por la acción del yodo en la catálisis de las grasas durante los procesos metabólicos, el alga kombu ayuda a la pérdida de peso siempre que se acompañe su consumo regular con una dieta adecuada. Además, el alga kombu favorece el drenaje linfático, evitando la celulitis.
Uno de los beneficios del alga kombu es su capacidad para facilitar la digestión de los alimentos ricos en fibras insolubles, como pueden ser las legumbres. Así, permite consumir dichos alimentos a personas que de otra manera no los tolerarían bien por tener el aparato digestivo delicado.
El alga kombu combate el estreñimiento sin ser un laxante. Y por su contenido en el aminoácido ácido glutámico, además de proporcionar sabor a los alimentos, estimula el apetito (suelen emplearse jarabes con ácido glutámico o con su sal, glutamato, para ayudar en el tratamiento de la anorexia).
Como todas las algas, el alga kombu es un alimento remineralizante, adecuado para deportistas y personas convalecientes. Su elevado contenido en potasio ayuda a controlar la hipertensión. Así mismo constituye una importante fuente de calcio, a tener en cuenta por mujeres postmenopáusicas y por quienes no pueden consumir lácteos.
Pero uno de los más asombrosos beneficios del alga kombu es su poder desintoxicante que ayuda al organismo a eliminar material radioactivo.