Sí después de una visita al médico nos dice que sufrimos de una condición que afecta al bazo o la vesícula biliar, o si deseamos cuidar nuestra salud puntualizando la prevención, deberemos centrarnos en una dieta saludable que se traducirá en el consumo de productos frescos naturales y granos enteros, alejando los alimentos elaborados cargados de químicos que en el tiempo perjudicaran nuestra salud general y específicamente la digestiva.
Una dieta deficiente o errónea puede afectar la funcionalidad de la vesícula biliar más que al bazo, sin embargo la correcta elección de alimentos potencialmente puede ayudar revertir el proceso y curar a los órganos, a la vez que mejora la salud en general. La enfermedad de la vesícula biliar por lo general consiste en la inflamación o la formación de cálculos biliares.
La dieta desempeña un papel crucial en la enfermedad de la vesícula biliar, reduciendo las posibilidades de repetir el problema y por su parte el bazo juega un papel relacionado con la infección generalizada del cuerpo, ayudando a eliminar las células dañadas o más viejas, pero cuando se enferma puede agrandarse como una respuesta a las enfermedades que afectan el suministro de sangre, condiciones que después de una dieta saludable presentan mejoras notables.
Los especialistas recomiendan el consumo de frutas y verduras abundantes en los trastornos relacionados con el bazo y la vesícula, siendo los más importantes aquellas más ricas en antioxidantes como; los pimientos, fresas, kiwis y tomates. Otro de los alimentos más indicados es el pescado, ya que las personas con niveles más altos de consumo de pescado han demostrado una significativa reducción del riesgo a padecer una enfermedad de la vesícula biliar, como el desarrollo de cálculos biliares.
El pescado contiene altos niveles de ácidos grasos oemega-3, considerados como grasas saludables por tener la capacidad de reducir el riesgo de varias enfermedades crónicas, incluyendo enfermedades del corazón, ya que son altamente antiinflamatorios, recomendándose el consumo de 3 a4 porciones semanales y principalmente de los peces de agua fría como; el salmón y el bacalao.