El extracto de la cereza se puede obtener tanto en forma de solución
líquida, como deshidratado (en polvo) y ha demostrado brindar beneficios
saludables muy importantes gracias a sus componentes concentrados.
Las cerezas
son unos frutos pequeños de color rojo, que la identifica como fuentes muy ricas en antioxidantes
naturales, entre los que destaca la vitamina
C y una variedad de fitoquímicos
o compuestos químicos naturales que potencian sus efectos sobre la salud humana
en general.
Recientes estudios sugieren que los fitoquímicos contenidos en las cerezas poseen poderosas propiedades anti-inflamatorias naturales y por sobre todo anti cancerígenas, las cuales han brindado resultados muy positivos tanto sobre la prevención como para ayudar a los tratamientos específicos.
El extracto de cereza contiene nutrientes que equivalen a beber 16 onzas de jugo de cereza o comer 2 tazas de la fruta natural y puede consumirse en forma de píldora, en forma de líquido o polvo, este último puede ser añadido a otros alimentos en el proceso de preparación y gracias a los modernos métodos de elaboración que conservan (liofilización) casi intactas las propiedades saludables del fruto.
Uno de los usos más comunes del extracto de cereza por parte de la medicina natural es como un calmante natural para el dolor de las personas que padecen de enfermedades crónicas inflamatorias como la artritis o la gota, ya que estas presentan niveles altos de ácido úrico en sangre y el extracto es muy rico en flavonoides que contribuyen a reducir dichos niveles mejorando las condiciones mencionadas.
Las propiedades anti-cancerígenas de las cerezas se asocian también a los flavonoides, que además poseen la capacidad de prevenir la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad LDL o colesterol "malo", responsable en exceso de causar aterosclerosis, una condición peligrosa que obstruye las arterias y reduce el flujo de sangre aumentando a su vez el riesgo de hipertensión, problemas cardiacos (ataques al corazón) y cerebrales (ACV).