Descubre aquí todos los beneficios de las almendras, uno fruto seco muy saludables e imprescindibles en una buena alimentación.
Composición
nutricional y beneficios de las almendras
Las almendras son
el fruto seco que se obtiene del almendro y como muchos otros frutos secos,
éstas nos ofrecen una interesante composición nutricional de la cual se derivan
todos sus beneficios.
100 gramos de almendras aportan los siguientes nutrientes:
- Más del 5 % de agua
- Más del 50 % de grasas insaturadas
- Más del 21 % de proteínas
- Más del 20 % de hidratos de carbono
- 12 % de fibra
- Minerales: Potasio, fósforo, magnesio, calcio,
hierro, manganeso, selenio, zinc, cobre y sodio.
- Vitaminas: E, A, B3 y B9
Veamos a continuación qué beneficios nos ofrece ingerir de
forma cotidiana un alimento con estas características nutricionales:
- Aportan gran cantidad de energía por lo que nos
ayudan a mantener la vitalidad durante toda la jornada. Si se toma una ración
moderada (20 gramos) el aporte calórico no es tanto, además, se trata de
calorías que van acompañadas de un gran valor nutricional.
- Las almendras ayudan a depurar nuestro organismo
ya que poseen una alta cantidad de potasio, unido a un aporte prácticamente
nulo de sodio, lo que favorece una mayor producción de orina y estimula la
eliminación de toxinas.
- Son importantes para mantener en buen estado la
musculatura, ya que el magnesio ayuda a que los procesos de contracción y
relajación muscular sean llevados a cabo adecuadamente.
- Por su contenido en vitamina B3 y B9 las
almendras ayudan al adecuado metabolismo de los nutrientes, lo que nos permite
aprovechar al máximo los nutrientes que ingerimos a través de los distintos
alimentos.
- Actúan como potentes antioxidantes debido a la
vitamina E, por lo que nos ayudan a neutralizar el daño ocasionado por los
radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro.
- Por su contenido en hierro son un gran apoya
para prevenir la anemia ferropénica.
Los beneficios de las
almendras son diversos y de gran importancia, pero el contenido nutricional
de las mismas puede variar según el método de cocción, por lo que lo ideal es incluirlas en nuestra dieta de forma cruda.