Los usos medicinales de la valeriana son variados, desde el tratamiento de casos leves a moderados de insomnio, en especial del que se caracteriza por sufrir ansiedad ante la perspectiva de pasar otra noche en vela (tipos de insomnio) hasta el control de las irregularidades en el ritmo cardiaco de origen somático: palpitaciones, taquicardias, extrasístoles o arritmias producidas pon ansiedad.
Los beneficios de la valeriana se notan también en el tratamiento de jaquecas, donde esta planta suele usarse combinadas con otras para conseguir un efecto sinérgico. Además, antiguamente se empleaba la valeriana para intentar controlar las crisis epilépticas, aunque ahora existen fármacos mejores y en todo caso deberá ser un médico quien valore la conveniencia o no de un tratamiento alternativo.
Uno de los órganos afectados por problemas nerviosos donde se muestra más efectiva la terapia con valeriana es en el intestino. La valeriana ayuda a calmar desde espasmos hasta el colon irritable.
Resulta muy adecuada para ocasiones puntuales que produzcan ansiedad a una persona, como puede ser antes de un vuelo en avión o una exposición oral. También ayuda la valeriana a recuperarse antes del let jag.
La valeriana, consumida de manera adecuada, no interfiere con la capacidad para manejar maquinaria peligrosa ni produce somnolencia diurna en dosis normales.
Las formas más habituales de disfrutar las propiedades de la valeriana son las infusiones, las tinturas o los comprimidos elaborados con la raíz de la valeriana.