Remedios caseros con Aceite de Árbol de Té
Pese a su nombre, el aceite de árbol de té se obtiene de la planta Melaleuca alternifolia. Es el único aceite esencial que puede usarse directamente sobre la piel, o incluso sobre heridas abiertas, sin temor. Sus propiedades antisépticas y bactericidas, unidas a su poder regenerante y astringente le han convertido en un ingrediente habitual en los tratamientos naturales para diversas afecciones cutáneas.
- Tratamiento natural contra los hongos con aceite de árbol de té
Para aprovechar las propiedades antifúngicas del aceite de árbol de té no hay más que aplicar externamente el producto puro sobre la zona afectada, dos o tres veces al día.
En el caso de los hongos que pueden crecer en las uñas y producir un engrosamiento de las mismas, el tratamiento puede ser largo, pero resulta tan efectivo como el realizado con cualquier fármaco de venta en farmacias.
- Tratamiento contra el olor de pies con aceite de árbol de té
Las propiedades antibacterianas del aceite de árbol de té le confieren una acción desodorante. En el caso de los pies con problemas de sudoración y de mal olor, se procederá a realizar un pediluvio con agua fresca donde se hayan vertido unas gotas de aceite de árbol de té y unas cinco gotas de aceite esencial de lavanda.
Para mayor comodidad, pueden diluirse ambos aceites en unos 50 ml de un aceite vegetal de base, como puede ser el de almendras dulces, y realizar un masaje con el preparado un par de veces al día.
- Receta casera contra la caspa con aceite de árbol de té
Cualquier champú suave se convierte en un champú anticaspa con tan sólo añadir dos gotas de aceite de árbol de té por cada lavado que vaya a durar el producto. Es decir, a mayor cantidad de champú, más aceite de árbol de té se añadirá, para lograr una misma concentración en todos los casos.
- Tratamiento natural contra pequeñas quemaduras con aceite de árbol de té
Las propiedades antisépticas del aceite de árbol de té se ven reforzadas por su acción regenerante de los tejidos cutáneos. Por ello, cuando se ha producido una quemadura doméstica de pequeña extensión, se puede tratar con una mezcla a partes iguales de aceite de árbol de té y de aceite de hipérico. Deberá evitarse la exposición a la luz solar intensa de la zona tratada por ser el hipérico una sustancia fotosensible.