Aplicaciones medicinales de la Milenrama
Pese a no tener propiedades medicinales tan potentes, la milenrama es una de las plantas medicinales más demandadas en las tiendas especializadas por su amplia gama de aplicaciones.
- Tratamiento natural para aliviar los problemas de incontinencia urinaria con milenrama
Se prepara un té con una cucharadita de café rasa de hojas y flores secas de milenrama por taza de agua y se toman tres o cuatro tacitas al día, espaciadas entre sí unas horas. - Remedio casero para mejorar problemas circulatorios con milenrama
La tradición considera a la milenrama como una planta medicinal adecuada para tratar casi cualquier tipo de problema circulatorio. Esto es un poco exagerado, si bien es cierto que, combinada con otras plantas medicinales, la milenrama alivia las molestias de varices o puede incluso detener hemorragias externas.
En este remedio casero se combina con espino blanco, que regula el ritmo cardiaco, para obtener una infusión saludable, destinada más a la prevención en personas con tendencia a los problemas circulatorios que a la cura de procesos agudos.
Se mezclan a partes iguales milenrama, espino blanco, salvia y ortiga, y se prepara un té con esta mezcla a razón de una cucharadita de postre por taza de agua. Se toma una taza después de las principales comidas. - Tratamiento natural para problemas renales como arenillas o pequeños cálculos
Se mezclan a partes iguales milenrama, anís verde, cola de caballo y gayuba, para obtener una mezcla de plantas diuréticas que presenten además propiedades carminativas y antisépticas.
Se prepara un té con una cucharadita de poste del preparado por taza de agua, y se toma dos veces al día, durante un periodo de siete a diez días para disolver pequeños cálculos renales. - Tratamiento natural de hemorroides y úlceras con milenrama
En este remedio casero se aprovechan las propiedades hemostáticas y cicatrizantes de la milenrama. Para ello se cuecen 200 gramos de flores y hojas de milenrama, preferiblemente frescas, bien picadas, en un vaso de agua durante unos minutos.
Una vez templado y filtrado, el líquido obtenido se emplea para lavar la zona afectada, mientras que con la parte vegetal se aplasta para obtener una cataplasma que se aplicará en la hemorroide externa o en la ulceración de la piel justo después de realizar el lavado con el líquido antes mencionado.
El proceso de lavado seguido de cataplasma debe repetirse dos o tres veces al día.