Los espárragos tienen una larga historia comenzando en la India y otras partes de Asia, donde eran utilizados como medicina, condición que reside en su contenido de fitonutrientes presentes en sus raíces, sobre todo de un tipo conocido como saponinas, que según investigaciones recientes han demostrado tener una importante capacidad antiinflamatoria natural.
Entre los distintos compuestos antiinflamatorios contenidos en los espárragos a parte de las saponinas, podemos encontrar: asparanin A, sarsasapogenina, protodioscina y diosgenina. Particularmente el tipo de saponina conocido como sarsasapogenina, ha despertado especial interés en relación a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como "Enfermedad de Lou Gehrig" clasificada como una enfermedad crónica y neurodegenerativa cuyo principal síntoma es la inflamación excesiva que puede jugar un papel importante en la muerte de ciertas células nerviosas como las neuronas motoras.
Este tipo de sustancias naturales antinflamatorias y antioxidantes actúan favorablemente sobre distintos tipos de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. Estos nutrientes también son reductores del riesgo a padecer algunos tipos de cáncer, ya que esta grave enfermedad se encuentra íntimamente relacionada con los procesos inflamatorios del organismo.
Otros nutrientes antiinflamatorios de los espárragos incluyen a los flavonoides quercetina, rutina, kaempferol e isorhamnetin.
Sumados a estos fitonutrientes antiinflamatorios, los espárragos ofrecen una gran variedad de antioxidantes, incluyendo la vitamina C, beta-caroteno, vitamina E y minerales tan importantes como el zinc, manganeso y selenio.
Las saponinas presentes en los espárragos además de tener propiedades anti-inflamatorias, tienen propiedades anticancerígenas y los efectos sobre la salud de su consumo se ha asociado con una reducción de la presión sanguínea, previniendo o evitando la hipertensión arterial.
Otros beneficios saludables relacionados a los espárragos son una mejor regulación del azúcar en sangre y un mejor control de los niveles de grasa en la sangre o triglicéridos.