Los frutos del zapote blanco (Casimiroa Edulis) son ricos en vitaminas A y C, siendo recomendable su consumo como preventivo en gripes y resfríos, al aumentar las defensas la vitamina C y mejorar el estado de las mucosas, barrera natural frente a infecciones entre otras respiratorias, la vitamina A.
No obstante, las propiedades medicinales del zapote blanco más famosas se deben a los aceites esenciales que contienen las semillas del fruto y, en especial, la corteza del árbol.
Se recomienda el consumo de zapote blanco para el tratamiento del insomnio ocasional o de una duración no demasiado prolongada, pues no es una planta adecuada para el tratamiento de enfermedades crónicas. Por el contrario se han demostrado los beneficios del zapote blanco como hipotensor natural de acción sostenida en el tiempo.
Estudios con células in vitro y con animales parecen avalar la conveniencia de las infusiones de zapote blanco en casos de diabetes, si bien aún no hay estudios serios concluyentes respecto al mecanismo de acción y la posología en humanos.
Es muy importante señalar que en dosis excesivas y extendidas en el tiempo la infusión de corteza de zapote blanco puede ser incluso mortal. Además, la corteza de zapote blanco facilita las contracciones uterinas, por ello en la medicina tradicional mexicana se desaconseja su uso en mujeres embarazadas, con el fin de evitar la posibilidad de abortos indeseados.