La cúrcuma representa una hierba sagrada en la medicina tradicional hindú (Ayurveda), que la utiliza para la limpieza de todo el organismo, además de significar todo un símbolo de prosperidad.
Los médicos tradicionales chinos utilizan la cúrcuma para tratar problemas del hígado y la vesícula biliar, detener el sangrado, tratar las enfermedades respiratorias y aliviar las molestias menstruales.
Es una planta de flores perteneciente a la familia del jengibre, ampliamente utilizada como colorante de alimentos, además las propiedades nutricionales de la Cúrcuma adquieren relevancia por formar parte del famoso condimento Hindú conocido como Curry, compuesto de una serie de ingredientes entre los que se destaca.
Sin embargo una de las propiedades más destacadas de la planta es su poder anti-inflamatorio, propiedad que se ha aplicado con éxito por miles de años, para tratar las enfermedades inflamatorias crónicas de la tercera edad, como el reuma, la artritis, la artrosis, la gota, etc.
Tanto la medicina ayurvédica como la china la utilizan para el tratamiento de los trastornos digestivos, dolencias hepáticas y para el tratamiento de enfermedades de la piel internamente, así como para la cicatrización de heridas externamente.
El ingrediente activo de la cúrcuma se llama “curcumina” y ha sido objeto de numerosos estudios demostrando por ejemplo tener la capacidad de estimular la producción de bilis y facilitar el vaciado de la vesícula biliar, además de un marcado efecto protector sobre el hígado y con acción anti-tumoral, por su capacidad anti-inflamatoria y desinfectante.
Consejo: Las hierbas contienen sustancias activas que pueden provocar efectos secundarios e interactuar con otras hierbas, suplementos o medicamentos, por ello deben tomarse con cuidado bajo la supervisión de un profesional idóneo.