La ulmaria es una planta rica en flavonoides y salicilatos, por lo tanto posee propiedades antiinflamatorias y antipiréticas que hacen su uso muy indicado en casos de gripes y resfriados. Presenta también una acción analgésica leve a moderada, especialmente efectiva en procesos dolorosos relacionados con las articulaciones en casos dereuma, artritis o artrosis.
Los beneficios de la reina de los prados se potencian con su acción diurética, siendo un buen alivio en casos de edemas y en celulitis que cursen con dolor. Por ello es una planta habitual en los preparados destinados a combatir la obesidad. No obstante, la ulmaria no es adelgazante y sólo está indicada si el sobrepeso cursa con problemas de retención de líquidos.
Mediante aplicación tópica, la reina de los prados permite tratar diversas afecciones de la piel.
El contenido en salicilatos de la planta explica su acción sobre la agregación plaquetaria, resultando un anticoagulante suave y previniendo por tanto la formación de trombos. A este efecto se le suma el beneficio de las propiedades de la reina de los prados como vasodilatador, favoreciendo el correcto flujo sanguíneo y el correcto riego cerebral.
Debe tenerse en cuenta que esta planta, por sus propiedades medicinales intrínsecas, está contraindicada en casos de úlcera gastroduodenal sangrante, hemorragias activas o menstruaciones excesivas, y no debe tomarse nunca sin previa consulta a un médico en caso de encontrarse a tratamiento con otros anticoagulantes.