El Azafrán (Crocus sativus) verdadero es nativo de Asia Menor y el sur de Europa, posee flores en forma de lirio de color azul-violeta con estigmas de color naranja y ramas de color rojo, las cuales se recogen para producir la especia del azafrán, que son los estigmas maduros recogidos a mano durante una corta temporada de floración.
El Azafrán como especia era considerada moneda de cambio en la antigüedad, siendo casi tan valiosa como el oro, ya que solo 200.000 estigmas secos, se pueden obtener a partir de 70.000 flores, lo cual se traduce en un rendimiento de 0,5 kg de azafrán verdadero, por este motivo el azafrán es tan valioso comercialmente.
El azafrán se ha utilizado ampliamente para dar sabor a los alimentos y como colorante de telas en los países subdesarrollados y entre los artesanos, pero además el Azafrán posee propiedades medicinales que incluyen su uso como sedante, expectorante, afrodisíaco y diaforético (para inducir el sudor).
Los informes anecdóticos de las regiones tropicales de Asia describen el uso de una pasta compuesta de madera de sándalo y azafrán, como un excelente bálsamo calmante para la piel seca, condición característica de éstas regiones calurosas.
Estudios quimiopreventivos (preventivos para el cáncer) están siendo llevados a cabo para evaluar la eficacia del azafrán ante el cáncer, así como para su uso a nivel anticonceptivo y efectos anti-inflamatorios.
Contraindicaciones aún no han sido identificadas, pero como siempre en lo que respecta a la condición del embarazo o la lactancia debe restringirse como medicamento natural, ya que es emenagogo o sea que posee la capacidad de estimular el flujo menstrual y esto se relaciona con efectos abortivos, ya que grandes cantidades (más de 5 g, que es mayor que las cantidades utilizadas en los alimentos) son estimulantes del útero.