Las madres lactantes sufren con cierta frecuencia de grietas en los pezones. Se trata de unas escaras o úlceras pequeñas, pero muy molestas, que se pueden prevenir y curar con tratamientos y remedios caseros antes que se infecten.
Tratamientos caseros para curar las grietas en los pezones
Para prevenir las grietas en los
pezones de las madres en periodo de lactancia es muy importante cuidar la
higiene de la zona, así como secar bien los pezones tras cada toma de leche del
bebé, ya que estás pequeñas úlceras pueden infectarse.
Pero si las grietas en el pezón o
escaras ya han aparecido, existen una serie de tratamientos naturales para
evitar las posibles complicaciones y ayudar a solucionar el problema.
- Mascarilla casera contra las grietas en pezones con miel
Ante el menor signo de erosión de
la piel, conviene aplicar en los pezones una mascarilla de miel, tras haber sido limpiados y secados
convenientemente. Se dejará actuar la miel 10 ó 15 minutos, para aprovechar sus
propiedades antimicrobianas, y
después se aclararán las aureolas con agua tibia. A continuación, se debe secar
la zona con delicadeza.
Lo ideal sería aplicar este
remedio casero tras cada toma, pero si no es así, al menos deberá repetirse
tres veces al día.
- Tratamiento natural de las grietas en los pezones con frambueso
Cuando en las madres lactantes
han aparecido las grietas en el pezón, o incluso para prevenirlas, es de gran
ayuda lavar la zona con una infusión hecha con 100 gramos de hojas de frambueso por litro de agua.
Conviene realizar baños prolongados o mantener un algodón impregnado en la
infusión durante varios minutos, para después secar cuidadosamente la zona.
Se debe repetir el proceso al
menos dos veces al día.
- Tratamiento natural con membrillo para las grietas en el pezón
Se procede como en el remedio
anterior, con la diferencia de que la infusión estará realizada con un puñado
de semillas de membrillo por medio
litro de agua.
- Tratamientos naturales de las grietas en los pezones con milenrama
Las grietas en el pezón que sufren
las madres lactantes pueden tratarse con una cataplasma de milenrama. Para ello, se machacan un puñado de flores
y hojas frescas de milenrama y se aplica sobre la zona afectada, cubriendo con
una gasa si fuera necesario.
Otra manera de realizar la
cataplasma es cociendo las hojas y flores en una pequeña cantidad de leche,
hasta obtener la consistencia de un puré, y aplicar esta mezcla justo en las
grietas o llagas.