El resfriado común es una condición inflamatoria que afecta a las vías respiratorias, motivada por una infección vírica, siendo una de las enfermedades más comunes de la humanidad que se manifiesta en todo el mundo y que se puede tratar con diversos remedios naturales.
Tratamientos caseros para el resfriado común y sus síntomas
La duración del resfriado oscila normalmente entre cuatro
y diez días, en los cuales los primeros tres, son donde se agudizan los
síntomas y el malestar general del afectado. Si bien se lo considera común,
esto no quiere decir que siempre es leve, ya que puede revestir carácter de
gravedad cuando existen otros problemas de salud o se encuentra entre las franjas
poblacionales de niños, embarazadas o ancianos.
Los Remedios caseros o naturales son los más
codiciados para el tratamiento del resfriado común ya que no revisten
peligrosidad de efectos adversos o secundarios, como sucede con los
farmacéuticos.
- Remedio casero para tratar naturalmente el resfriado
común con Ajo
El ajo es la panacea de la medicina
natural y en este caso no es una excepción, pero dentro de los remedios caseros
para tratar naturalmente el resfriado común es el más indicado, ya que es un
poderoso antibiótico natural y
estimulador de las defensas orgánicas.
El remedio casero más efectivo y antiguo
para tratar la condición es la sopa de
ajo, que actúa reduciendo la gravedad del resfriado atenuando todos los
síntomas, debiendo tomarse dos veces al día los primeros tres, para pasar a una
vez al día hasta que desaparezcan los síntomas.
- El limón como remedios natural para el resfriado común
Otro remedio
casero panacea es el limón, cuya
importancia para tratar naturalmente el resfrió común se empareja con el ajo y
por supuesto su combinación representa la solución perfecta del problema.
Su riqueza
natural en vitamina c, incrementa las defensas
orgánicas para hacer frente a esta condición vírica, además de ser antipirético
por excelencia o sea que baja la fiebre,
debiendo consumirse varias veces al día como jugo diluido en un vaso de agua
tibia y con una cucharadita de miel.