Los compuestos alcalinizantes de los pomelos son el potasio, magnesio,
calcio, sodio y hierro, minerales que abundan en su composición química y
hacen de esta fruta cítrica, acida al paladar pero alcalina a nivel orgánico.
Un verdadero aliado de la salud, ya que
al regular la acidez reduce el riesgo a desarrollar un gran número de
enfermedades.
Cuando el ácido que forma los alimentos se descompone dejan residuos como el fósforo, azufre y cloro, entre ellos podemos mencionar a la mayoría de los granos, las nueces y las legumbres, que son ligeramente acidificantes, mientras que los productos de origen animal y los alimentos procesados son generalmente muy acidificantes y consumidos en exceso son peligrosos para la salud, por ello para equilibrar o contrarrestar sus efectos, debemos consumir alimentos alcalinos.
Dependiendo de su estado de
madurez un pomelo fresco tiene un
rango de pH de 3 a 3,3, clasificándolo como un alimento de alto contenido ácido, pero se transforma en alcalino una
vez que se metaboliza.
Muchas frutas y verduras son ricas en citrato de potasio, un mineral compuesto
que se convierte en bicarbonato de
potasio cuando se metaboliza, transformándose en una excelente fuente de
bicarbonato que es una sustancia altamente alcalinizante.
Las células y los tejidos requieren de un ambiente ligeramente alcalino para llevar a cabo correctamente sus funciones, por ello los pomelos apoyan la homeostasis natural del cuerpo y ayudan a mantener sus reservas alcalinas para estimular la eliminación de desechos ácidos, tóxicos al organismo.
Según los especialistas en nutrición, una dieta alcalina saludable debe componerse de por lo menos un 65 por ciento de los alimentos formadores de álcalis para que promuevan el correcto equilibrio ácido-base del cuerpo.
El pomelo por encima de los aguacates, melones, judías verdes, tomates, limas y limones, es uno de los frutos más beneficiosos para alcalinizar el organismo, porque es bajo en calorías, rico en nutrientes como potasio, fibra soluble, vitamina C, flavonoides y licopeno, así como también su contenido en pectina, tiene la capacidad de reducir significativamente los niveles totales de colesterol en la sangre.