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Versión para imprimir del artículo Propiedades del ácido graso Omega 3, un medicamento natural psicofísico. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Entre los beneficios saludables de los omega 3 se pueden mencionar que actúan en la prevención de distintas enfermedades que van desde el aumento de la función cognitiva a la pérdida o control del peso corporal con todo lo que ello representa para la salud. Estos ácidos grasos saludables provienen de fuentes nutricionales tales como los pescados de aguas frías, nueces y ciertas plantas como el lino.
Es muy común en la actualidad su consumo a modo de suplemento nutricional, en forma de capsulas de aceite de pescado, las cuales no son recomendables para los niños según la Universidad de Maryland, a menos que lo indique un profesional para casos específicos de salud, aunque teniendo en cuenta que se expende de forma libre, siempre lo ideal es que sea recomendado por un profesional que evalúe el estado de salud individual.
Las personas que sufren estados depresivos u otros trastornos mentales, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, pueden encontrar en el consumo de omega 3, una reducción de los síntomas y del número de episodios depresivos, hostilidad y manía, según lo especifica el Centro Medico de la Universidad de Maryland.
Una variedad de estudios clínicos indican que el uso de suplementos de ácidos grasos omega-3 actúa favorablemente contra la artritis, una enfermedad crónica inflamatoria, al reducir la sensibilidad en las articulaciones y disminuir la rigidez matinal. El mejor resultado se observa en el consumo de un menor número de medicamentos necesarios para tratar esta dolorosa condición inflamatoria que afecta a las articulaciones, principalmente durante la tercera edad.
Los ácidos omega 3 han demostrado intervenir en la prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón, en las que se recomienda dieta baja en grasas saturadas, pero se permite el consumo de grasas saludables como las grasas mono-insaturadas y poli-insaturadas (omega 3). Además el DHA (ácido docosahexaenoico) y EPA (ácido eicosapentaenoico) contenido en el aceite de pescado puede reducir naturalmente los factores de riesgo cardiaco, como colesterol alto e hipertensión.
