El Ginseng contiene y aporta ácidos, aminoácidos, vitaminas, sobre todo del grupo B, minerales, fibra, betacaroteno, glúcidos, proteínas, fitoesteroles y ginsenósidos, que son sustancias que están situadas en la raíz del ginseng y la cantidad va a depender de la edad que tenga la raíz, de donde viene y del sistema que se ha usado para su secado.
Previene y corrige la Anemia al incrementar la producción de glóbulos rojos. También anima la regeneración celular.
Para las mujeres entrando en la menopausia el consumo regular de ginseng puede reducir los síntomas clásicos de esta etapa, adicionalmente previene la arteriosclerosis y la osteoporosis.
Conocida es su propiedad de proteger la función hepática y facilitar la eliminación de toxinas.
Es preferible un consejo médico acerca de las dosis recomendadas y no extender el tratamiento más tiempo del que el médico aconseje. Si se extiende el tratamiento pueden aparecer algunos efectos secundarios tales como ansiedad, nerviosismo, problemas para conciliar el sueño, dolor de cabeza y tensión muscular.
Lo más recomendable es que no se mezcle el ginseng con cafeína u otros excitantes, en el embarazo, el periodo de lactancia no es aconsejado y no mezclarlo con antidepresivos.