La gayuba es rica en una molécula, la hidroquinona, que se excreta por la orina. La hidroquinona a su vez es un antibacteriano natural muy efectivo contra la bacteria Escherichia coli, causante de la mayoría de las infecciones urinarias. La E. coli se encuentra de manera natural en el recto y en la zona anal, pudiendo llegar a introducirse por la uretra por arrastre o pasar directamente a la vejiga por vía interna. Pasando por uréteres, vejiga y uretra, la hidroquinona de la gayuba vuelve el medio hostil para la bacteria que ha proliferado donde no debía.
Las propiedades medicinales de la gayuba se ven potenciadas por su capacidad para volver menos ácida la orina. Al modificar el pH del medio, bien haciéndolo más ácido o bien más alcalino, el entorno se vuelve hostil para las bacterias (no sólo la E. coli) y desciende la concentración de unidades formadoras de colonias (bacterias vivas y capaces de reproducirse) de manera exponencial. Una orina menos ácida disminuye la sensación de irritación y la urgencia de orinar cada poco tiempo.
Otro de los beneficios de la gayuba se deriva de sus propiedades medicinales: al prevenir las infecciones recurrentes de las vías medias y bajas del aparato urinario, disminuye considerablemente el riesgo de nefritis o infección al riñón así como los cálculos renales provocados por las mismas infecciones.
La gayuba está contraindicada en embarazadas por su capacidad para potenciar las contracciones uterinas, pudiendo llegar a ser abortivo a dosis elevadas. Tampoco se recomienda su uso en niños y en personas afectadas de anemia o hipertensión.
La parte empleada de la Gayuba son las hojas, ya sea en forma de infusión, maceración en frío, tintura o polvo criomolido principalmente.