Los tomates contienen gran cantidad de Licopeno, un potente antioxidante cuyos efectos saludables se basan en su capacidad para luchar contra los radicales libres o moléculas que afecta el ADN en las células, generando la degradación de las mismas y dando origen a enfermedades tan graves como el cáncer.
El licopeno es un antioxidante que le brinda el color rojo a los tomates y se encuentra por lo general en su piel, entre sus propiedades saludables demostró ser muy beneficiosos para prevenir el cáncer de próstata, por ejemplo.
Nuevos estudios realizados en Harvard demostraron su eficacia para prevenir y tratar naturalmente las enfermedades del corazón, cuando examinaron a mujeres saludables cuyos niveles de licopeno en sangre eran elevados, tuvieron aproximadamente 1/3 (33%) menos de probabilidades a desarrollar enfermedades cardíacas, comparadas con un grupo de control con niveles mucho más bajos.
También esta condición se aplica a los hombres, que de hecho aquellos consumieron una menor cantidad de licopeno en la dieta, tuvieron más del triple de riesgo a padecer un ataque al corazón o un derrame cerebral, comparados con otros que consumían cantidades más altas en sus dietas.
Los tomates además son ricos en un compuesto llamado ácido gamma-amino butírico (GABA), que suma a sus propiedad saludables la capacidad para reducir la presión sanguínea y fortalecer el músculo cardíaco.
Los últimos estudios nutricionales han permitido aseverar que las dietas ricas en antioxidantes son beneficiosas en lo que respecta a la reducción de la acumulación de placa en las arterias, lo cual se traduce en beneficios para la salud cardiaca.
Actualmente se encuentra en proyecto la elaboración de una píldora a base de licopeno, para el tratamiento natural de las enfermedades cardiacas y se espera que supere al tratamiento actual de estatinas.
El licopeno, antioxidante natural, lo podemos encontrar en otras fuentes naturales, tales como; la guayaba, sandía, pomelo rosado, ajíes y otros, con un grupo de nutrientes distintos entre sí.