Para el tratamiento del acné y la piel grasa, si bien existe una amplia variedad de medicamentos destinados a tratar estas dolencias, la naturaleza también nos puede proporcionar alivio a través de las propiedades medicinales de las plantas, como el lino y el trig.
Con esta combinación se pueden obtener excelentes resultados y sin efectos secundarios, tan característicos de los medicamentos químicos.
El acné de acuerdo con la Academia de Dermatología, manifiesta sus brotes de forma más asidua durante la pubertad, siendo su causa multifactorial, como lesiones no inflamatorias por queratinización anormal de los folículos pilosos, fluctuaciones hormonales, bacterias e hipersensibilidad inmune, pudiendo alcanzar lesiones de leves a severas.
Un tratamiento natural del acné se basa en la utilización de ácido alfa linolénico, un tipo de ácido graso omega-3 que se encuentra en abundancia en el aceite de linaza y de acuerdo con la Universidad de Maryland, el ácido alfa-linolénico tiene propiedades anti-inflamatorias naturales, que pueden ayudar a reducir naturalmente la inflamación del acné.
El germen de trigo representa una buena fuente de selenio, que es un oligoelemento cuyas propiedades han sido muy estudiadas científicamente, ya que interviene en la correcta oxigenación celular y ésta no permite el desarrollo de las células cancerígenas, por ejemplo, así como brindar protección a las células de posibles daños.
El selenio del germen de trigo es uno de los recursos naturales más efectivos para tratar el acné y la piel grasa, según un estudio publicado en la revista médica sueca "Venereol Acta Derm", por lo cual la adición de germen de trigo a la dieta regular puede aumentar la ingesta de selenio y disminuir naturalmente los efectos adversos de un brote de acné.