Su alto contenido en agua y su bajo contenido en azucares, grasa y calorías, hacen al melón especialmente beneficioso para personas que siguen dietas de adelgazamiento, puesto que resulta un hidratante fabuloso y se puede ingerir en las cantidades deseadas.
Los beneficios del Melón también se hacen notar en dietas para diabéticos, en donde se debe llevar un control estricto de los hidratos de carbono consumidos.
Por otro lado su contenido en provitamina A, y vitamina C, lo hace especialmente beneficioso para personas que sufren carencia de las mismas, sobre todo se pueden aprovechar de estas propiedades nutricionales del melón aquellas personas que toleran con dificultad los cítricos, considerados los reyes de la vitamina C.
Otro aspecto beneficioso del melón es su contenido en potasio, del cual se puede sufrir escasez en periodos concretos como en los que se sufre trastornos de conducta alimenticia o en caso de seguir una dieta hipocalórica.
El contenido en potasio y agua le otorgan propiedades diuréticas al melón, especialmente útil para el organismo cuando se requiere estimular la función renal como tratamiento para eliminar los cálculos renales, para infecciones urinarias y para reducir el exceso de acido úrico cuyo resultado son ataques de gota, hipertensión arterial y afecciones de los vasos sanguíneos,
Las propiedades medicinales del melón también se hacen notar en casos de deshidratación, acompañado de pérdidas de minerales, como ocurre con las diarreas, la sudoración excesiva, provocada por las altas temperaturas o estados febriles severos.
Aunque el melón resulte laxante, puede administrarse sin problema en casos de diarreas procedentes de procesos de gastroenteritis.
El melón tiene la propiedad de depurar todo el organismo puesto que al estimular la función renal, nuestros riñones son capaces de deshacerse con más facilidad de todas las sustancias residuales que genera nuestro organismo.