Los arándanos han demostrado contribuir a la prevención y el tratamiento de una amplia variedad de condiciones de salud, incluida la mejora de aprendizaje y la memoria en todas las edades, según un estudio publicado "Behavioral Brain Research" donde se le atribuyó la capacidad de disminuir los niveles de lípidos y evitar daños mayores a nivel cerebral gracias a su gran contenido de vitamina C.
El extracto de arándano demostró tener considerables beneficios en el corto período de tiempo, según el estudio en el cual la suplementación de la baya revirtió el proceso natural del deterioro cognitivo provocado por la edad, según los investigadores.
La riqueza en antioxidantes del extracto de arándano demostró la capacidad de proteger a las neuronas de la acumulación de amiloide-beta, un tipo de proteína que se deposita en el cerebro y que se asocian con el riesgo de demencia.
La amiloide-beta también se asocia con aumento de la reactividad inmune y ésta puede estimular a un daño celular e inflamación de los nervios, condiciones sobre las cuales el tratamiento de arándanos mostró una inhibición marcada de estos efectos, ya que estimuló un aumento en los niveles del glutatión antioxidante, según un estudio publicado en "Journal of Nutritional Biochemistry".
El contenido de compuestos poli fenólicos en los arándanos es el que le brinda sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias a estas prodigiosas bayas saludables, capaces de mejorar la memoria en adultos mayores, siendo las antocianinas los principales polifenoles contenidos en los arándanos.
Estos tienen la capacidad natural de aumentar el funcionamiento de las neuronas en el cerebro y mejorar su eficiencia en cuanto a la utilización de glucosa, situación que ayuda a prevenir la degeneración nerviosa.
En el estudio a los participantes se les dio a beber jugo de arándano silvestre por un lapso de 12 semanas y como resultado mostraron una mejora de la memoria y una reducción de los estados depresivos, por lo tanto los investigadores concluyeron; que el zumo de arándano como un componente de la dieta se traduce en una formidable vía preventiva de patologías cerebrales como la demencia, particularmente en las personas mayores.