La zanahoria es rica en betacarotenos, gracias a estas sustancias nuestro cuerpo puede sintetizar vitamina A que es necesaria para mantener un correcto estado de la piel y que también interviene en procesos como la visión.
Una correcta ingesta de zanahoria mantiene el bronceado y tono de la piel, la mantiene sana y la protege frente a los rayos ultra violetas reduciendo así el riesgo de sufrir cáncer de piel y también protegiendo a nuestro organismo de diferentes tumores dado que los betacarotenos que contiene la zanahoria son ricos en antioxidantes y por tanto nos protegen de los radicales libres que dañan nuestra piel y todo el organismo.
Es importante ingerir zanahorias durante todo el año aunque su aporte debe ser extra antes del verano para preparar nuestra piel ante el sol y después de éste para mantener los resultados conseguidos.
Para conseguir un aporte extra es ideal la toma mediante complementos nutricionales de betacarotenos y hacer el tratamiento en primavera y otoño, durante el periodo restante del año se deberá consumir zanahoria regularmente de forma natural.