Los beneficios del arándano en la recuperación de pacientes con cáncer han sido probados en un estudio con cultivos celulares.
El estudio consistía en tratar células de cáncer de ovarios con quimioterapia solamente y comparar los resultados obtenidos con el mismo tipo de células tratadas con la quimioterapia y con jugo de arándanos previamente. La reducción del crecimiento de las células cancerosas se vio incrementada seis veces en este último caso.
A continuación, al carecer los arándanos de toxicidad, pasó a estudiarse la eficacia en humanos, comparando resultados entre pacientes con cáncer de ovarios sometidas a quimioterapia y otras pacientes con la misma dolencia que además de la quimioterapia consumía diariamente una taza de jugo de arándanos. Los resultados, aunque no tan espectaculares como en los cultivos celulares, eran también alentadores.
Por ello estudios recomiendan la introducción del arándano en la dieta de mujeres sometidas a quimioterapia a causa de cáncer de ovarios o de mama.
Se cree que los beneficios del arándano como coadyuvante en el tratamiento del cáncer de ovarios se deben a la proantocianidina tipo A. Por otro lado, los arándanos son ricos en flavonoides, sustancias que han demostrado sus beneficios en la prevención y el tratamiento de los tumores de mama.
Debe señalarse que sin acompañarse de quimioterapia y de la cirugía necesaria, los beneficios del arándano como antitumoral quedan reducidos a la función de prevención.