El chocolate es, por lejos, el producto dulce preferido por la mayoría de los habitantes del mundo aunque su valor calórico y su contenido de grasa sea elevado, lo que contribuye al aumento de peso si se consume exageradamente. Pero, aun así, el chocolate no representa un riesgo de vida cuando es incorporado en la dieta con un consumo de correcta mesura sin que reemplace o sustituya otros alimentos más nutritivos.
El chocolate esta compuesto por cacao procesado en diferentes proporciones (esto diferenciará a los chocolates amargos, semiamargos), con agregado o no de leche u otros ingredientes a fin de enriquecer su sabor siendo mas gustoso al paladar. Aunque sus principios nutritivos son escasos, contiene un compuesto que actúa disminuyendo la frecuencia de migrañas y estados de ánimo depresivos: la feniletilamina.
Esta sustancia es la misma que secreta el cerebro durante los momentos de bienestar elevando los niveles de serotonina y endorfinas, por esto el chocolate provoca un efecto estimulante.
El chocolate nos brinda la misma sustancia que el cerebro secreta durante relaciones sentimentales placenteras, al enamorarnos.
El chocolate parece actuar como un antidepresivo, y además contiene dos estimulantes más, la cafeína y la teobromina que aumentan los estados de alerta, al igual que el café y el té.