Las semillas de sésamo son ricas en compuestos naturales llamados lignanos y estos pueden inhibir el crecimiento de los fibromas según los investigadores. Estadísticamente hasta el 75 por ciento de las mujeres pueden experimentar en algún momento de sus vidas la aparición de fibromas, por ejemplo en el útero de una mujer, y que en algunos casos pueden causar molestias u otras complicaciones como tumores benignos y en otros pasar desapercibidos.
Las semillas de sésamo provienen de una planta que crece naturalmente en Asia y presentan por lo general un color blanco grisáceo, aunque algunas variedades son de color marrón, rojo o negro, es muy rica en varios nutrientes, que incluyen grasa saturada y poliinsaturada, hidratos de carbono, fibra y proteína proporcionando alrededor del 50 por ciento de su valor nutricional.
Las semillas de sésamo también contienen compuestos naturales llamados lignanos, un tipo de compuesto polifenolico, que al llegar a los intestinos se convierten en compuestos estrogénicos llamados fitoestrógenos, los cuales han demostrado ser eficaces inhibiendo el desarrollo de los fibromas uterinos.
Los fitoestrógenos fabricados a partir de semillas de sésamo, se unen a los mismos receptores que los estrógenos naturales, pero su actividad es mucho más débil que éstos y de acuerdo a la investigación clínica publicada en el "American Journal of Clinical Nutrition", las personas con fibromas excretan menos lignanos que los sujetos sin otros tumores.
Estos hallazgos le sugieren a los investigadores que el consumo de lignanos a través de los alimentos como las semillas de sésamo, podrían ofrecer un menor riesgo de desarrollar fibromas. Estos resultados son prometedores aunque se necesitan más estudios, plantean los especialistas.