Depurativa, digestiva y muy eficaz en el tratamiento de afecciones cutáneas, algunos tratamientos naturales con ortiga requieren el uso de la planta seca. En cambio, los remedios que se explican a continuación pueden aplicarse indistintamente con hojas frescas de ortiga o con las mismas hojas de la planta, pero desecadas.
En ocasiones la ortiga puede incrementar sus propiedades medicinales al asociarse a otras plantas medicinales para obtener un efecto sinérgico. En este caso, la ortiga, ya de por sí depurativa y facilitadora de la digestión, se mezcla con una planta también depurativa y estimulante de las funciones hepáticas y biliares como es la fumaria, y del diente de león, diurético.
El resultado de una cucharadita de la mezcla de estas tres plantas por taza de agua, detrás de la comida y de la cena será un alivio en caso de dispepsias, un descenso en los niveles de colesterol y triglicéridos y un ligero descenso en la tensión arterial.
No obstante, por contener fumaria, no debe mantenerse este tratamiento más allá de dos semanas sin establecer periodos de descanso de igual duración.
Si se prepara una mezcla de hojas de ortiga, hojas de abedul y raíz de bardana a partes iguales y se prepara un té a razón de una cucharadita de postre por taza de agua. Esta infusión tomada tras las comidas ayudará al organismo a desintoxicarse y mejorará problemas de retención de líquidos (edemas), al incrementar la producción de orina. También mejorará por vía interna problemas de la piel como eccemas o impurezas.
Ante un catarro rebelde, siempre que se haya descartado algo más serio, o como complemento a un tratamiento con medicina convencional de una bronquitis, se pueden aliviar las molestias con una infusión obtenida al mezclar a partes iguales ortiga, tusilago y gordolobo.
La dosis indicada es de una cucharadita de la mezcla a infusionar por taza de agua, tomándose una taza después de cada comida. Esta dosis se reducirá a dos tazas diarias cuando los síntomas vayan mejorando.