El shiitake es un hongo que en la medicina tradicional china, altamente preventiva, se lo incluye en numerosos preparados y recetas para combatir resfriados y dolores. La medicina occidental comenzó a reconocer los beneficios del shiitake hace pocos años, y aún sigue investigando.
Se ha comprobado la acción del shiitake sobre el sistema inmunológico, debida a su contenido en lentinano. El lentinano estimula la producción de los linfocitos CD4+, un tipo de macromolécula cuya misión es luchar contra las infecciones ocasionadas por virus o bacterias. Por ello en la actualidad se valora la posible utilidad del shiitake como coadyuvante en tratamientos para enfermos de VIH, quienes sufren una bajada de este tipo de linfocitos y un aumento de los del tipo CD8.
Pero además de estimular el sistema inmune, el hongo shiitake presenta compuestos de probada acción antiviral ante determinadas infecciones, así como interferones, otra macromolécula muy importante en el buen funcionamiento de las defensas del organismo.
Otra de las propiedades del shiitake está relacionada con su capacidad para prevenir el envejecimiento y las enfermedades degenerativas asociadas al mismo. Este efecto se debe a la suma de sus virtudes como regulador de los niveles del colesterol, antiinflamatorio y antioxidante.
El hongo shiitake es un protector hepático, y ha probado su eficacia como anticancerígeno en ratones en el laboratorio, con un porcentaje de remisión de los tumores muy elevado. Pese a su fama como antitumoral en humanos, aún no existen pruebas concluyentes.
Se pueden aprovechar las propiedades medicinales del shiitake mediante su consumo regular en forma de infusión, decocción, ingiriendo el producto en crudo o en forma de extracto.
Sus beneficios no se ven modificados por el estado fresco o desecado del hongo.