El acné es una patología de la piel caracterizada por una excesiva producción en las glándulas sebáceas que lleva a la obstrucción del poro y a la aparición posterior de las imperfecciones.
La cebolla es un alimento que por su composición resulta muy útil como coadyuvante del tratamiento dermatológico del acné. La cebolla contiene 70 mg. de azufre por cada 100 gramos.
El azufre es un elemento queratolítico (esto significa que actúa en las células de la epidermis, los queratocitos) y corrige las imperfecciones de éstos actuando sobre las capas que presentan la patología. De hecho, el tratamiento del acné en forma tópica consiste en la mayoría de los casos en la aplicación de cremas para el acné que contengan azufre entre sus componentes.
Para poder obtener todos los beneficios de la cebolla es importante ingerirla cruda ya que la ebullición destruye su rica composición en azufre.
Al ser un alimento con un sabor muy fuerte, la cebolla puede sumergirse en agua con limón para que no resulte tan incómodo ingerirla, también da buenos resultados aplicar el caldo resultante de la ebullición de una cebolla sobre la piel.