Se llaman pólipos en medicina, a una masa de células anormales que pueden formarse en las vísceras, siendo el caso más común los que se desarrollan en el revestimiento del intestino grueso o colon. Por lo general en la mayoría de los casos los pólipos en el colon pueden pasar desapercibidos, ya que generalmente no causan síntomas, llegando a tardar años en formarse e incrementar su tamaño aumentando así el riesgo de volverse cancerosos. Una dieta alta en fibra puede ayudar a prevenir o reducir el riesgo de su formación, así como también reducir aquellos que ya existan con carácter benigno.
Entre los factores desencadenantes de pólipos encontramos; la edad, los antecedentes familiares, los hábitos alimenticios, el consumo de alcohol, de tabaco, el sobrepeso y el sedentarismo. Los pólipos de colon no tratados pueden crecer multiplicarse o volverse cancerosos, por ello es imprescindible a la edad de 50 años hacerse exámenes anuales para detectar y tratar los pólipos de manera temprana.
La eliminación de los pólipos quirúrgicamente es la primera línea de tratamiento, pero se puede prevenir la recurrencia posterior aumentando la ingesta de fibra diaria. Según una investigación preliminar de la Universidad de California, Davis, se determinó que una dieta rica en vegetales fibrosos y vitamina D-3 pueden en conjunto reducir de forma natural los pólipos en el colon hasta el punto de la desaparición.
Según la Asociación de Cáncer Colorrectal de Canadá, los investigadores del estudio “Davis”, plantearon la teoría de que una sustancia química llamada “butirato” (un ácido graso), contenida en los alimentos ricos en fibra puede ser la responsable de la contracción. Del mismo modo, un estudio publicado por el Instituto de la Asociación Gastroenterológica Americana encontró que el contenido de polifenoles de origen vegetal como la “quercetina”, contenida puntualmente en verduras tales como la cebolla, también puede inhibir naturalmente el crecimiento de células formadoras de pólipos si se combina con cúrcuma.
La fibra representa la parte no digerible de los alimentos de origen vegetal, sin embargo cumple con muchos propósitos saludables, como; el de agregar volumen a las heces, la regulación de los intestinos, desarrollo de bacterias saludables y hacer pasar los carcinógenos a través del tracto, evitando el degeneramiento celular de estas formaciones.