Antes de adentrarnos en cuáles son sus beneficios vamos a ver en qué consisten exactamente los lácteos con bifidus ya que como descubriremos no son lo mismo que los lácteos simples que no están enriquecidos.
Para hablar de los lácteos convencionales vamos a tomar el ejemplo del yogur. El yogur es un alimento funcional que se produce con la fermentación de la leche. Este proceso de fermentación hace del yogur un alimento funcional, útil para los trastornos del tránsito intestinal.
Los lácteos enriquecidos con bifidus también son alimentos funcionales (no adquieren el grado de complemento nutricional) pero su composición no se deriva del simple proceso de fermentación sino que han sido enriquecidos con determinadas cepas de bacterias.
Los bifidus son bacterias que podemos encontrar formando parte de nuestra flora intestinal y que resultan imprescindibles para una correcta salud digestiva. Al incorporarlos a los lácteos, mediante la ingesta de éstos, estamos contribuyendo a tener una flora intestinal equilibrada y sana.
Ciertos beneficios son comunes también al resto de lácteos, como es el aporte de calcio. Ahora bien, los beneficios exclusivos de estos lácteos repercuten directamente sobre nuestra microbiota intestinal.
Para notar los beneficios de los lácteos con bifidus es suficiente con incluirlos en nuestra dieta, tomando 1 o 2 al día, y sobre todo, en el conjunto de una alimentación sana y equilibrada.