En el control de peso es fundamental llevar a cabo una dieta equilibrada, constituida por una gran variedad de nutrientes, proteínas, pastas, cereales, hortalizas, frutas… Pero algunas frutas cómo los plátanos, el melón, los higos… Tienen un alto contenido en azúcares que podrían dificultar bajar de peso o el control del mismo.
Por el contrario, para adelgazar, nuestra gran aliada es la manzana. Su sabor no es extremadamente dulce ni ácido lo que la convierte en un alimento apetecible, dentro de una dieta equilibrada se podrían llegar a consumir unas tres manzanas por día sin que esto supusiera un gran aumento calórico.
Lo que hace especialmente indicada la Manzana en una dieta hipocalórica son sus propiedades saciantes. La manzana contiene unas sustancias denominadas pectinas, cuyo papel es absorber el agua, por tanto es un alimento capaz de llenar de manera notoria nuestro estómago e impedir un consumo excesivo de otros alimentos que se traduciría en un aumento de las calorías. Debido a las pectinas la manzana también actúa como reguladora del tránsito intestinal, actuando como laxante o astringente, por lo cual es muy importante acompañar su ingesta de un importante consumo de agua.
Finalmente está comprobado que la manzana es efectiva cuando se trata de eliminar toxinas, por lo tanto produce un drenaje del organismo y esto hace que se pierda volumen.
La manzana dentro de una dieta saludable ayuda a adelgazar perdiendo grasa y manteniendo el tono muscular y la hidratación.