La tos es un mecanismo de defensa de nuestro propio cuerpo que tiene como objetivo expulsar sustancias extrañas o dañinas presentes en nuestras vías respiratorias. Puede ser seca o productiva.
Cuando la tos es productiva se acompaña de expectoración es importante no cortar los síntomas ya que este tipo de tos es necesaria para despejar las vías respiratorias de una excesiva mucosidad.
El otro tipo de tos es la tos seca, esta tos no tiene como objetivo expectorar una excesiva mucosidad, es más bien una tos producida por una irritación externa (aire acondicionado, calefacción, disminución de la humedad relativa, frío…) y que suele empeorar y ser más molesta si no se trata desde los primeros síntomas.
En estos casos se recomienda más un tratamiento natural de la tos a uno farmacológico, en el tratamiento alternativo un excelente remedio para la tos es el consumo de miel.
A medida que esta tos aumenta, la mucosa de la vía respiratoria se irrita y produce aún más tos, por tanto es primordial calmar la irritación. La miel crea una película sobre la mucosa de la faringe de modo que la protege de sustancias que pudieran irritarlas aún más y a partir de esta protección la tos empieza a remitir.
El mejor modo de consumir la miel para curar y calmar la tos seca es disolverla en agua tibia, así la garganta queda, a parte de protegida, más hidratada y esto hace que mejoren los síntomas de manera excelente.