El aceite de pescado obtenido a partir de los tejidos de pescados azules o de agua fría, son muy ricos en ácidos grasos omega-3, siendo estos los que brindan sus propiedades anti-inflamatorias, que actúan reduciendo el dolor en las articulaciones o los músculos, resultando un suplemento natural que ha demostrado eficacia en los casos crónicos principalmente en los adultos mayores.
Los suplementos de aceite de pescado se obtienen generalmente de los pescados grasos como la caballa, el atún, el arenque, el bacalao y el salmón, teniendo además de efectos anti-inflamatorias naturales, beneficios sobre una amplia variedad de condiciones cardiovasculares, incluyendo presión arterial y colesterol alto.
Los componentes benéficos del aceite de pescado son sus ácidos grasos predominantes omega-3, el ácido eicosapentaenoico o EPA y el ácido docosahexaenoico o DHA. Si bien la forma más simple de consumirlos es a través de suplementos, también su inclusión en la dieta es efectiva al aumentar el consumo de pescado azul.
El aceite de pescado podría ser eficaz como opción complementaria de tratamiento para cualquier condición inflamatoria al ofrecer beneficios terapéuticos como un agente anti-inflamatorio y analgésico, de acuerdo con la Universidad de Maryland.
Un estudio publicado en una edición de "Neurología Quirúrgica" demostró que el uso de aceite de pescado produjo una mejora significativa en los síntomas de dolor relacionados con el dolor de cuello y dolor de espalda inespecífico, donde el 50 por ciento de los pacientes llegó a suspender el uso de medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos.
Otro estudio publicado en "Clinical Journal of Pain", demostró las propiedades anti-inflamatorias del aceite de pescado al comprobar en una prueba médica una reducción del dolor muy significativo en pacientes con patologías tales como fibromialgia o el síndrome de salida torácica.