El salmón contiene una serie de compuestos beneficiosos para la salud cerebral, por ello en el mundo de la nutrición recibe la categorización de "alimento para el cerebro" por los nutricionistas. El salmón es un pez de agua fría que se considera graso, pero sus grasas son buenas para la salud del cerebro y en general.
Las grasas del salmón son conocidas como ácidos grasos omega-3 o las grasas saludables, ya que poseen propiedades anti-inflamatorias naturales muy beneficiosas para la salud cardiovascular y para el cerebro.
El salmón es también una excelente fuente de vitamina D y una buena fuente de vitamina B-12, ambos nutrientes contribuyen a estimular las funciones del cerebro positivamente.
El salmón fresco o salvaje es considerado por los nutricionistas como el más nutritivo y muchos recomiendan su adición a cualquier tipo de dieta, ya que es considerado como una de las mejores fuentes de grasas omega 3, especialmente un tipo llamado ácido docosahexaenoico o DHA, que según los últimos estudios han demostrado tener la capacidad de aumentar el aprendizaje o la cognición, así como también mejorar la memoria.
Por ello el DHA se ha incorporado a los tratamientos y prevención de enfermedades seniles como el Alzheimer, un trastorno que se caracteriza por un déficit de atención, depresión y esquizofrenia.
El ácido graso omega 3 DHA ayuda a las neuronas del cerebro a comunicarse mejor mediante la estimulación de los productos químicos en sus uniones sinápticas, ya que forma parte de las membranas celulares en el cerebro, por ello la suplementación con cápsulas de aceite de pescado se considera otra forma saludable de administrar al cerebro DHA para mejorar sus funciones.
El salmón también es muy rico en vitamina D, la cual actúa como una hormona a nivel orgánico y cerebral, ya que no sólo es esencial para mantener los huesos sanos, sino que también es necesaria para obtener ciclos normales de sueño y la regulación del humor.