El Atún, sus omega-3 y prevenir problemas cardiovasculares
Beneficios del Omega-3 del Atún para prevenir problemas cardiovasculares.
El atún es una excelente fuente de proteína de alta calidad, además de ser ricos en una variedad de nutrientes muy importantes para la salud, por ejemplo minerales y vitaminas tales como el selenio, el magnesio y el potasio, las vitaminas B, B1, B6 y niacina, pero quizás lo más importante, como mencionamos al principio, es su contenido en ácidos grasos esenciales del tipo omega-3.
Estos ácidos grasos esenciales se llaman así porque son indispensables para nuestra salud ya que el cuerpo no puede elaborarlos por si mismo y por lo tanto se debe obtener de fuentes externas, los alimentos. Los peces de agua fría como el atún son una rica fuente de las grasas omega-3 esenciales, las cuales en la dieta moderna estándar suelen ser muy deficientes.
Se ha comprobado que el consumo de atún dos veces por semana puede ayudar a elevar los niveles de omega-3, de una forma tan eficaz como los suplementos dietéticos de aceite de pescado, que se expenden libremente como un complemento nutricional en cualquier tienda naturista o farmacia.
Los omega-3 contenidos en el atún proporcionan una amplia gama de beneficios a nivel cardiovascular, debido a que ayudan a prevenir problemas cardiovasculares, además de hacer que la sangre sea menos propensa a coagularse, evitando que esta eleve su densidad o se espese en el interior de las arterias, situación que es la causa originaria de la mayoría de ataques al corazón.
Estos ácidos grasos saludables son capaces de mejorar la relación de colesterol bueno (HDL) y el colesterol potencialmente dañino (LDL), así como también reducir los procesos inflamatorios, condición que interviene en los procesos que convierten al colesterol en las placas que obstruyen las arterias, reduciendo su diámetro y elevando la presión sanguínea (hipertensión).
Para tener muy en cuenta; en un reciente estudio poblacional prospectivo se determinó que el consumo moderado de atún y sus omega-3 esta asociado con un menor riesgo de muerte por enfermedad isquémica del corazón en personas de 65 años o más.
