El coco rallado es muy rico en fibra y macro nutrientes, incluyendo un alto contenido de grasas saturadas saludables, pero distintas a las de origen animal que son nocivas a la salud, además contiene ácidos grasos de cadena media capaces de producir energía y favorecer los niveles saludables de colesterol, incrementando el colesterol bueno o HDL.
A pesar de su riqueza en grasas, el coco rallado brinda beneficios inusuales que van desde la mejora de la salud cardiovascular a efectos positivos en el proceso de quema de grasa, gracias a su capacidad para estimular los procesos metabólico.
El coco rallado beneficia la salud cardiaca debido al contenido de aceite de la nuez de coco que alcanza hasta un 60 por ciento del peso en seco. Investigadores de la Fundación Weston realizaron un informe sobre el consumo de productos de coco y su relación con la reducción del colesterol malo o LDL, los triglicéridos y lipoproteínas, todos ellos considerados como biomarcadores relacionados con un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
También en el estudio plantean que el contenido de polifenoles en el aceite de coco actúa limitando la oxidación del colesterol LDL, condición que evita el desarrollo de la arteriosclerosis.
El aceite de coco rallado proporciona una gran cantidad de ácidos grasos de cadena media que pueden mejorar el proceso de quema de grasa en el cuerpo, que según los médicos a diferencia de otras grasas estos compuestos únicos viajan directamente desde el intestino al hígado para producir una oxidación inmediata. También este tipo de grasas se queman más fácilmente que otras provocando un aumento tanto de la oxidación, como de la tasa metabólica global.
Los que sufren de infecciones crónicas también pueden beneficiarse de comer el coco rallado, debido a que posee poderosas propiedades anti-bacterianas, anti-virales y anti-fúngicas naturales, debido al efecto de los ácidos grasos de cadena media, que se llaman así debido a la longitud de su cadena principal de carbono, le permite difundir las membranas de organismo patógeno eliminándolo antes de que mate a la célula mediante la disolución.
También el contenido en ácido caprílico que destaca en su composición química, se traduce en un arma excelente para atacar a los hongos, mientras que a su vez el ácido láurico que contiene el coco rallado ataca eficazmente a las bacterias.