Si bien el Aceite de Coco es rico en grasas saturadas, lo que parece no ser tan bueno, sin embargo nuevas investigaciones han demostrando que las grasas saturadas, son malas dependiendo de su origen y las que provienen del mundo vegetal favorecen la salud, como es el caso del coco que posee un aceite único en su composición estructural.
Si bien es cierto que representa la mayor fuente vegetal de grasas saturadas, comparado con cualquier otro aceite vegetal, es sin embargo muy saludable, además de ser también la mayor fuente de “triglicéridos de cadena media" o ácidos grasos fáciles de asimilar por el cuerpo a diferencia de otras grasas, representando una fuente directa de energía.
Pero además existe otro componente muy importante del aceite de coco y es el "ácido láurico", un ácido graso esencial para la construcción y el mantenimiento del sistema inmune del organismo, que también forma parte de la leche materna, dato como para tener muy en cuenta.
Según un nuevo estudio relacionado con las enfermedades del corazón, los investigadores se dieron cuenta que en muchas poblaciones del mundo el consumo elevado de grasas saturadas, tiene una relación directa con altos niveles de colesterol y por lo tanto con las enfermedades que afectan las arterias coronarias, sin embargo las enfermedades cardiacas no son comunes entre las poblaciones que incluyen en sus dietas diarias coco, siendo la principal fuente de grasa saturada.
En los estudios se demostró que el consumo de ácidos grasos saturados e insaturados que incluían coco, no fueron predictores de enfermedad cardíaca entre los participantes, sin embargo aquellos cuya ingesta se basó en alimentos de origen animal, las proteínas, el colesterol y los hidratos de carbono, sí fueron predictores de la enfermedad cardíaca.
Cómo consumir el Aceite de Coco
Para incorporar el aceite de coco en la dieta, hay que asegurarse de comprar el aceite de coco virgen y no el tipo hidrogenado, siendo la mejor opción consumirlo de forma natural y bajo evaluación profesional cuando exista antecedente de colesterol o triglicéridos elevados.