El aceite de coco, también llamado manteca de coco porque solidifica por debajo de los 27 ºC, es diferente a la mayoría de los aceites vegetales, pues está compuesto mayoritariamente por ácidos grasos saturados, en especial por ácido laúrico.
Esta composición es responsable de las propiedades medicinales del aceite de coco, como son un efecto antivírico y antimicrobiano probado y el efecto antiinflamatorio que aún se sigue investigando.
El aceite de coco es un medio adecuado para realizar maceraciones, como se viene haciendo desde hace siglos en las islas Polinesias macerando flores de tiaré en aceite de coco para obtener el famoso monoï. También se puede fundir el aceite de coco junto con otra manteca vegetal, como pueden ser las de cacao o karité, para modificar las propiedades de ambas.
Uno de los beneficios del aceite de coco comprobados por la ciencia es el referido al tratamiento de pieles dañadas por dermatitis o psoriasis.
El aceite de coco tiene un poder nutritivo elevado, de ahí los beneficios del aceite de coco en el tratamiento de pieles secas o maduras así como en el caso de cabellos dañados. Al estar constituido mayoritariamente por ácidos grasos saturados, el aceite de coco no penetra tan rápido en la piel como otros aceites vegetales, por lo que ofrece un efecto aislante y protector. Pero, por ese mismo motivo, no se recomienda en caso de piel grasa o con acné, dado que puede llegar a obstruir los poros si se emplea puro, empeorando el problema del acné.
Para tratar el cabello castigado con aceite de coco basta con añadir unos 10 ml del producto templado al cabello en medio y puntas, realizando un suave masaje o cepillando en todas direcciones con delicadeza durante 15 ó 20 minutos. A continuación se procede a lavar el cabello como de costumbre.
También se puede usar el aceite de coco para prevenir la sequedad producida por la exposición al sol, aplicándolo siempre después del protector solar, espaciando ambas aplicaciones al menos 30 minutos. Por su elevado poder nutritivo, sólo se necesitan unas gotas, por ejemplo, 5 gotas para todo el rostro y el cuello.